La economía doméstica, en tiempos de crisis
Por José Roberto Carrizo (*)
La economía doméstica o familia es el tipo de economía orientada a conocer cómo las familias gestionan los recursos en sus hogares a través, principalmente, de los gastos y el ahorro.
Aprender a gestionar de manera eficiente las finanzas de nuestro hogar tiene un impacto positivo directo en nuestra salud financiera, pero ¿por qué es importante la economía familiar?, ¿existe alguna fórmula matemática para el ahorro?
A continuación, haremos un repaso por las principales preguntas que surgen cuando hablamos de la economía de nuestra casa.
¿Cómo gestionar la economía familiar? Ingresos y gastos
La economía familiar es una de las grandes preocupaciones de los hogares. Sin embargo, en algunos de ellos no se realiza una planificación de esta y, en consecuencia, no se identifican aspectos que pueden estar dañando la salud financiera de los miembros de la familia.
Para abordar cómo gestionar la economía familiar, debemos empezar por entender este concepto y cada uno de los fundamentos que lo componen. Así pues, se puede definir como un tipo de economía basada en la gestión de los recursos de una unidad familiar con el fin de satisfacer las necesidades de sus integrantes.
En esta microeconomía, debemos distinguir:
-Los ingresos: se trata de la cantidad económica que generamos con una determinada actividad, principalmente laboral. Marcarán el límite que no debemos superar en gastos y caer en el sobreendeudamiento.
–Los gastos: es la parte más sensible de la gestión de la economía doméstica, en tanto que se trata de una disminución del patrimonio, usualmente por el consumo de bienes y servicios. Vamos a diferenciar los gastos en:
- Gastos fijos: son aquellos que se caracterizan por una cantidad fija con una determinada frecuencia. Por ejemplo, el pago del alquiler o de un préstamo bancario.
- Gastos variables: son aquellos que varían como, por ejemplo, la factura de la luz o el agua, teléfono, internet, la tarjeta de crédito, la compra del supermercado. Aunque no se puedan eliminar, los convivientes tienen un papel fundamental en la reducción de estos gastos.
- Gastos hormiga: son gastos ocasionales que, si lo consideramos, se pueden suprimir. Por ejemplo, las salidas a comer.
–El ahorro: se trata de la cantidad económica que guardamos con una previsión a futuro. Puede relacionarse con un fin específico, por ejemplo, la compra de un coche; o simplemente con la intención de tener un respaldo económico ante posibles imprevistos.
Consejos básicos de economía familiar
En la actualidad, no hay una fórmula exitosa en la gestión de la economía doméstica, ya que, en cada caso, se ha de evaluar la situación de la unidad familiar.
A continuación, algunas recomendaciones, en función de nuestra situación y necesidades.
-Consumo sostenible: En ocasiones, abusamos de un consumo excesivo del agua o la luz cuando no las estamos usando. Repercute directamente en los gastos si comenzamos a hacer un uso medido de estos servicios.
-Entretenimiento: los planes de ocio, sobre todo los que no están planificados, pueden suponer gastos superiores a los que en un primer momento imaginábamos. Para evitarlo, todos los meses podemos planificarlos y poner un límite para estos gastos.
-Heladera: para cuidar nuestro bolsillo y nuestra salud, es útil ir al supermercado con una lista de productos necesarios y comprar solo estos y evitar caer en la tentación y en los gastos innecesarios.
Existen herramientas informáticas que encontramos en la Web las que nos pueden ayudar a gestionar los ingresos y los gastos, además de seguir las recomendaciones brindadas en este artículo cuya aplicación nos dará una situación económica propicia que repercutirá en una mejor salud física y mental.
Autor: Cr. José Roberto Carrizo, docente de la carrera de Contador Público (UBP) y la Diplomatura en Auditoria y Contabilidad (UBP); y asesor del Consultorio Tributario (UBP)