Cecilia Flores, la egresada que ganó el premio para emprendedoras
Cecilia Flores es egresada de la Lic. en Comunicación Institucional de la UBP y se ha convertido en la primera argentina en ganar el premio para emprendedoras de la fundación Gates. La salteña, que vive en Silicon Valley, recibió USD2.000.000 para invertir en su startup Webee, en el marco del concurso Female Founder Competition del que participaron 1.500 mujeres.
Emprender: un estilo de vida
El concurso en el que resultó ganadora Cecilia, fue organizado por M12 Venture Capital de Microsoft, con Mayfield y Pivotal Ventures, una compañía de inversión e incubación fundada por Melinda Gates para ayudar a incentivar el liderazgo de las mujeres en la tecnología.
“Hace 12 años que vengo trabajando, no ha sido un proceso fácil, menos en un ámbito tan masculino. Ahora tengo la responsabilidad hacer valer la inversión, y escalar en el mercado”, le contó Flores a Infobae, desde Silicon Valley.
Flores nació hace 40 años en Salta e hizo su carrera en la Universidad Blas Pascal donde se graduó de Lic. en Comunicación Institucional y de la Diplomatura en Marketing Digital. Cecilia destaca la perspectiva empresarial que le brindó la universidad, la cual le otorgó “la capacidad de resolver problemas con marcos conceptuales y teóricos pero también herramientas técnicas útiles para el ámbito emprendedor”.
En 2013, junto a su marido Lucas Funes (Ingeniero electrónico y Máster en Innovación tecnológica) fundaron la compañía. La startup ofrece innovación tecnológica capaz de desarrollar soluciones de Internet de las Cosas (IoT) e Inteligencia Artificial (AI). “Me gusta decir que nuestros clientes compran una solución a sus problemas. Empezamos con problemas sencillos y de manera gradual fuimos expandiendo hacia otros rubros”, explicó Flores.
Escalar en el mercado
“No es fácil, nada lo fue. Es un proceso con varios obstáculos”, reconoció la ganadora y afirmó: “De afuera a veces se ve el resultado final y nos olvidamos de todo lo que costó llegar”.
Flores recordó que los primeros años de la empresa no lograron la inversión necesaria para escalar como deseaban. “La elección de ser emprendedor es un estilo de vida, hay que animarse a hacerlo”, sostiene.
Junto a su esposo y socio, en 2015 decidieron dejar Córdoba para meterse de lleno en el competitivo mercado norteamericano. “Estuvimos un año y medio viviendo en Miami para conocer el mercado y tratar de generar partnerships con competidores globales. Aprendimos bastante pero éramos conscientes de que teníamos que ir a la capital techie”, dice, haciendo referencia a Silicon Valley.
En 2017, se propusieron insertarse en el corazón de la tecnología, y así finalmente desembarcaron en la meca de la tecnología. “El lugar era el correcto, aunque es muy difícil entrar al mercado. Fuimos a todo o nada, con un riesgo absoluto sin red de contactos, una feroz competencia, pero en un largo proceso de esfuerzo y trabajo logramos poco a poco hacernos conocidos colaborando con distintas empresas”.
Su primer gran aliado fue con Panasonic. Con ellos trabajan en pruebas de concepto para Japón (Tokio y Osaka) y Estados Unidos, desarrollando un sistema de monitoreo de calidad del aire.
Recién en 2018 dieron el salto como startup: “Pasamos de vivir de nuestros ahorros a poder generar una sólida facturación, con casi 20 empleados repartidos entre Argentina y Estados Unidos”.
Con varios avances en materia de género, Flores reconoce que aún es difícil insertarse en el mundo IoT. “Tuve que eliminar mis propios prejuicios para hacerme valer por mis capacidades; durante un tiempo buscaba afuera el know how que yo tenía por no creer en mí. Pero mi marido siempre me alentó a animarme”, recordó.
Desde su experiencia, sugirió que las mujeres hagan lo mismo. “Faltan emprendedoras mujeres en la Argentina; las hay pero son tímidas o poco arriesgadas. Siempre están ligadas a proyectos conservadores, es importante soñar en grande”, aseguró. Y así lo hizo ella.